2016/03/13

La música cuyana de luto: murió Eduardo Troncozo

El poeta del cancionero puntano, falleció en Buenos Aires donde luchaba con una enfermedad que lo atacó hace varios años. Aunque nació en San Juan, amó a San Luis, a quien le dejó innumerables obras.  

Más que por su inmensa obra musical, Eduardo Troncozo debería ser recordado en la provincia por el amor que expresó por ella. Sanjuanino de nacimiento, el compositor regaló al cancionero puntano más obras que muchos de los folcloristas de San Luis, sumido en una admiración por las bellezas naturales y la amistad que le brindaron apenas pasaba El Encón.

A causa de una enfermedad que lo atacó sin piedad hace varios años, Troncozo falleció el sábado a la tarde en Buenos Aires, donde se había radicado en su tarea de expansión y difusión de la música cuyana. Tenía 62 años.

La mayor demostración de cariño que hizo Eduardo a la provincia fue también el saldo de una deuda histórica que la música puntana tenía consigo misma. Alfredo Alfonso y José Zavala –los autores de “La calle angosta, cueca símbolo de la música de la región- dejaron para la posteridad la melodía de un vals que bautizaron simplemente “Provincia de San Luis”. Pero faltaba la letra.

Cuenta la historia que varios años después, por pedido de Casiana Torres, una cantante fueguina, radicada en Buenos Aires y casada con el guitarrista mendocino Martín Castro, Troncozo se animó a ponerle la letra a esa música que ya sería inmortal. "Es un honor para mi cantar esa canción, por todo lo que significa", dijo Torres el año pasado a ETC, cuando visitó la provincia para dar un recital.

"Y en esta sensación de ser feliz/ camino por las calles de San Luis/ son calles que enamoran/ que matan la tristeza/ Y tan puntano el sol/ derramando su luz sobre mi corazón", dicen los versos que Troncozo inmortalizó y acomodó en los acordes de la dupla mercedina.

En el ambiente de la música cuyana, fue tal el impacto de saber que Eduardo había escrito la poesía para el vals de Alfonso y Zavala, que muchos músicos quisieron conocerla. Los que picaron en punta fueron los integrantes de "Algarroba.com", quienes hicieron una sentida versión en "De mis pagos", su último disco.

La relación entre el sanjuanino y el grupo provincial comenzó gracias a la amistad que el guitarrista de Algarroba, Jorge Paredes, entabló con el músico. Conforme a su vida, Troncozo le escribió una tonada a la pequeña hija de Paredes.

Si bien, el músico visitó muchas veces la provincia, en los últimos tiempos, debido a su enfermedad, las llegadas se hicieron muy esporádicas.

El último registro es del invierno del 2014, cuando tocó en el boliche Don Miranda, de Villa Mercedes, junto a Francisco Fadón y Javier Roa. "Era una gran amigo de la casa y de la provincia", dijo Jorge Rosales, el administrador de la peña ubicada en la Calle Angosta.

Justamente a ese paseo imprescindible de Villa Mercedes, Troncozo también le dedicó unas líneas en su letra. "Hay una callecita popular/ que llena de nostalgia viene a mi/ una vereda sola que al brillar/ le dejan las guitarras un sentir".

"San Luis en azul" es otra de las obras que el sanjuanino dejó, en este caso en ritmo de zamba, para la posteridad. Una versión del tema que hizo su hijo Martín, radicado en Italia, fue posteada en el Facebook de Eduardo a finales del mes pasado.

"La tonada es así, emocionante", dijo Troncozo una vez que se bajó del escenario del Congreso de la Nación en un homenaje que se hizo a su provincia. Al terminar "Cueca del vino nuevo", su tema más trascendental, muchos de los presentes no pudieron contener las lágrimas.

En Buenos Aires, donde pasó los últimos 20 años de su vida, se dedicó a decorar vidrieras, pero la música cuyana era su prioridad. En una entrevista que dio hace un par de años dijo que su intención era volver a vivir en su provincia, algo que el tiempo y la enfermedad le impidió.

“Buenos Aires es muy triste. El calor de mi gente es lo que más extraño. Puedo entender que todo el interior del país es hospitalario pero como San Juan no hay nadie”, dijo Troncozo, quien fue tan querido entre sus colegas que, al enterarse del difícil y sostenido mal momento de salud que estaba viviendo, no dudaron en armar por lo menos 20 peñas para ayudarlo con el tratamiento.

Para los puntanos, vale la pena recordar a Eduardo Troncozo con la que es tal vez la línea más sentida que le dedicó a la provincia en su letra más profunda. "Pareciera que Dios estuvo aquí/ derramando con dones sin medir". Muchos puntanos hubieran querido escribir eso.


FUENTE: Diario de la Republica

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