En uno de los destacados escenarios del barrio de San Telmo, Charly se sumó para cerrar la presentación de Lebón y su banda. Gritos, llantos y pasiones se unieron en una voz para cantar este himno del rock argentino.
A pesar de su delicado estado de salud, García no se podía perder la oportunidad de formar esta histórica dupla en el escenario, una vez más. La canción que enamoró y emocionó a los fanáticos de Seru Giran en 1978 y a lo largo de los años 80, sigue provocando esa extraña sensación a pesar del paso del tiempo.
La Trastienda Club fue el recinto que tuvo el honor de albergar este momento: cuando el show de Lebón estaba llegando a su fin, la sorpresa invadió a todos y Charly, sombrero negro y chaqueta roja, jugó con su sintetizador y una melodía que muchos reconocieron al instante.
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